Atascado el día de mi muerte,
Cómo hoy si debía estar tan elegante,
Silencio por favor, necesito ahorcarme…
Mis letras son muy desafiladas y poco peligrosas,
Mentira, quien puede acostarse en ella y vivir para siempre,
Las palabras rebotan, atacan, torturan, desesperan, idolatran,
A veces soy hijo del viento, otras me obsequio puñales, da risa ser un imbécil,
Siempre quise ser, quien fui, cuando perdido estaré sentado callado muerto y seco.
Increíble como renacen los colores, la alegría incluso tu silueta en mi cama,
Pareces dormida, me besas hasta quedar sin aire y me arrojas orgasmos en la cara,
Yo pensé que no cantabas, pero tus plumas me invadieron, mi guitarra sigue rota,
Pensaste que callaría y caería a las cenizas, que fácil sería todo.
Mañana me olvido, hoy no te escaparás de mis brazos,
Tu piel, miel, blanca, serena, morena…
Cállame de una vez con un beso,
Muérdeme el alma,
¡Mírate!
Dolce Poesia Alla Vita 